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jueves, 14 de mayo de 2009

PANZA

Por Hernán Barrios

Una serie de intempestivas desapariciones de tipo capilar que se hicieron cargo interinamente de mi prominente cápsula craneal, fueron el motivo generador de un artículo publicado por un servidor, hace algún tiempo. A este fenómeno degenerativo que algunos desconsiderados, que encima se hacen llamar amigos, atribuyeron a una larga lista de afecciones “propias de la edad”, ahora se le ha añadido una más, LA PANZA.


Llegó a mi vida de una manera absolutamente silenciosa e imperceptible. Es más, creo que no tomé real conciencia de su existencia hasta que ya estaba bien instalada, y estratégicamente afianzada debajo de mis parrillas costales. Al principio la confundí con la transitoria consecuencia de esos molestos excipientes gaseosos de alguna suculenta ingesta alimenticia, pero sin embargo, la cuasi nula retracción con el paso de las horas de aquella convexa malformación, me hizo comenzar a sospechar que se trataba de otra cosa.


Quiero hacer una breve reseña a los amables lectores, de lo que fue la morfología de mi endeble osamenta, durante los primeros 30 años de su existencia.


Desde que cumplí 18 años, mi tabla de medidas mantuvo una conducta intachable, y sus valores jamás se apartaron de los siguientes parámetros:



Altura: 1m 74 cmts. (en completo estado de erección)


Peso: 60 kgms. (mojado)


A.C.: (*) 38 cmts. (jeans con cinturón en el último agujero)


Costillas: A la vista


Brazos: Huesudos


Piernas: Ídem.


Cola: No



(*) Ancho caderístico




Como habrán podido apreciar, de lo que se desprende del anterior cuadro, un servidor era lo que se conoce en castellano, como una absoluta piltrafa humana. Pero como conté al principio del artículo, la cosa comenzó a cambiar ni bien alcancé la nada despreciable longevidad de 34 años. Lo recuerdo bien, porque al ser mi cumpleaños en marzo, ese verano en el que aún tenía 33, mi vientre bronceado se mantenía chato y rígido como una tabla. La metamorfosis comenzó a producirse en algún punto temporal, ubicado entre la segunda y la tercera semana de abril. Fue como si de pronto el tamaño de mis hasta ese momento atrofiadas células adiposas hubiera hecho eclosión, haciendo con esto que mi leal tejido epidérmico, el cual hasta ahí había sido contenedor incorruptible de mi vulnerable carga visceral, comenzara súbitamente a rendirse.


Al principio noté una leve protuberancia que aparecía a intervalos regulares de tiempo, en los costados de mi plexo latero-lumbar, inmediatamente por encima de las caderas. A veces estaba, a veces no. En vista de la peculiaridad del fenómeno, decidí hacerle un seguimiento riguroso, a fin de determinar las causas y/o las posibles consecuencias que dicha alteración biológica, podría provocar en mi atlética figura. No pasó demasiado tiempo hasta que aquel tímido y pequeño rollito apenas perceptible, me dio a entender que había llegado para quedarse.


A partir de ahí, la criatura comenzó a crecer a un ritmo por demás interesante. No conforme con esto, tuvo la osadía de empezar una lenta pero progresiva conquista de zonas que jamás habían sido ocupadas por adiposito alguno. Fue así como a los pocos meses la pequeña protuberancia abdominocostal, se había convertido de pronto en un desagradable e incómodo “Alien” estomacal.


Pero la prueba contundente y definitiva de que lo que me estaba sucediendo era verdad, y no una traicionera distorsión de mis órganos sensoriales, como resultado de haber alcanzado una edad tan avanzada, fue cuando hace un par de meses tuve un evento importante, y debí recurrir a mi leal e impoluto traje negro. El pantalón, aquel que en tantas y tantas batallas carnales me ayudó a salir airoso y triunfante allí donde otros habían fracasado, estaba ahora teniendo el tupé, de resistirse a acompañarme. Antes fue el cinturón en el último agujero, ahora era sin cinturón, y con un botón pidiendo agua a gritos. Fue en ese momento de desesperación e incredulidad ante tamaño espectáculo, que decidí tomar el toro por las astas.


Las medidas adoptadas en pos de revertir el avance de ese abominable cuerpo alienígeno que se ha apoderado de mi zona estomacal, y oculta tras de sí esos músculos abdominales en forma de raviol que con tanto orgullo supe lucir en mi mocedad, son las siguientes:




1) Suspensión definitiva de la ingesta de pan y todos sus derivados.



2) Suspensión definitiva de la ingesta de bebidas colas.



3) Abolición de la cena de lunes a viernes.



4) Cambio del azúcar por edulcorante líquido.



5) Inserción profunda en el gimnasio por tiempo indeterminado.



6) Ingesta forzada de al menos 2 litros de agua sin gas al día.



7) Anulación de cualquier solicitud del cuerpo de ingerir alimento sólido por las noches, mediante la degustación de licuados y jugos de frutas naturales.



8) Caminatas, corridas, y todo tipo de ejercicio aeróbico que contribuya a eliminar de mi organismo en forma de chorritos, el antes mencionado intruso elemento.





Hoy, 14 de mayo de 2009 y con 35 años recién cumplidos, mi peso corporal es de 68.1 kgrs. Se deduce entonces que aquello que comenzó hace más o menos un año, siendo una pequeña criaturita casi imperceptible, alojada a babor y estribor de mi corpórea infraestructura humanoide, pesa hoy sus buenos 8.1 kgrs. Tengo plena confianza en que con las medidas adoptadas no me será demasiado difícil ganarle la batalla a los vaticinios de mis amigos.


Ruego a cualquier amable lector que haya padecido o esté padeciendo en este momento una situación similar a la mía, se ponga en contacto conmigo por este medio, para darme sino consejo, al menos ánimo, en esta dura cruzada que me ha tocado transitar.



Desde ya muchas gracias.















martes, 5 de mayo de 2009

EL FENÓMENO SUSAN BOYLE

Por Hernán Barrios

Desde hace algunas semanas la Web se ha visto invadida por lo que algunos han denominado El fenómeno Susan Boyle. A pesar de que hace ya algún tiempo que estoy en contacto con cuestiones relacionadas con Internet, hay cosas que, por suerte, no dejan de asombrarme. Una de ellas es la velocidad de vértigo con la que algunas cosas se dispersan, y llegan en horas, a millones de personas en todo el mundo. No sé, y creo que a ciencia cierta nadie debe saber, cuales son los parámetros dentro de los que se mueve este fenómeno comunicacional, ni tampoco cuales son las condiciones ideales que hacen que se desarrolle su máximo potencial (si es que tiene un máximo). Sí supongo que se tienen algunas ideas o lineamientos generales, pero no la fórmula mágica. He visto en Youtube videos realmente muy interesantes que no pasan de unos cuantos cientos de visitas, y también otros absolutamente intrascendentes, sin mensaje ni trasmisión de conocimiento alguno, que en dos días superan el millón. Por poner un ejemplo, me viene a la mente el video de un niño gordo de unos 13 años, cuya habilidad era hacer sonidos flatulentos con una mano debajo de la axila.

En el caso de esta muchacha Boyle, los mecanismos de la Red han actuado a máxima potencia y la mayoría de los que entramos a Internet diariamente, la conocimos ya al otro día de haber cantado ante un jurado, a priori incrédulo y casi burlón. Pero lo que yo me pregunto cuando pasan esta clase de cosas es, ¿por qué ahora? ¿Por qué Susan pasó de ser una absoluta desconocida a estrella mundial ahora, y no antes? Porque lo que se puede saber husmeando un poco en la Red sobre su vida, es que desde joven se viene presentando en concursos y shows de este tipo, y jamás llamó la atención de nadie. ¿Es que recién ahora a los 47 años Susan canta lo suficientemente bien como para ser una estrella? Seguro que no.

La conclusión que saco, y para no sumergirme en cuestiones sociológicas que no creo sumen demasiado al tema, es que lo que ha sucedido con esta muchacha grande, es la distancia enorme que existe entre lo que aparenta, y lo que en realidad es. Quiero decir con esto, que lo que ha maravillado al mundo en este caso, no es lo bien que canta Susan Boyle, sino el hecho de que esa voz provenga de un cuerpo y una cara que no están en sintonía con ella. ¿Me explico? No se habría producido este fenómeno, si esa voz viniera, en lugar de desde una mujer desgreñada y con pinta de ama de casa, de una chica linda y joven.

No quiero que se me mal entienda. La voz y la forma en que canta la señora, me gustan mucho. Me parece maravilloso, además de merecido, que esto el esté pasando luego de haberlo buscado durante tantos años. Pero insisto: la fama que ha adquirido, lamentablemente no se debe a su buena voz, sino a la distancia que hay entre esa buena voz, y ella.


Dejo aquí tres videos que muestran a Susan a los 22, a los 33 y a los 47 años.





Acá Susan en 1984. Como pueden ver, salvo por el peinado ochentoso, hasta linda era la muchacha.


En el 95 en el Show de Michael Barrymore (entre nos, un tarado el tipo).



























Y acá no tengo más remedio que dejarles el link que conduce al video completo del principio del fenómeno Susan Doyle. Les pido presten atención al cinismo,la burla y el prejuicio con que la mayoría de las personas, jurado incluído, tratan a Susan antes de escuchar su interpretación. Luego, el delirio. (Entre nos, me emocioné).

domingo, 3 de mayo de 2009

ME ECHARON DE CASA

Por Hernán Barrios

Hoy es un día diferente, al menos para mí.

Resulta que como mi señorita novia tiene que hacer un trabajo en grupo para la facultad, y el lugar elegido para realizarlo fue nuestra casa, directamente me auto expulsé de la misma. Sucede que tengo que escribir, además de este artículo, algunas otras cosas, y la experiencia me indica que es sencillamente imposible hacerlo, cuando tenes más de 4 mujeres reunidas en una mesa, y a menos de 5 metros de distancia. Todos sabemos que nuestra queridas hermanas, (me salió una especia de pastor, ¿no?) tienen entre otras, las asombrosas capacidades de: hablar y escuchar al mismo tiempo; emitir una onda continua de vocablos de 1.8 minutos sin repetir, sin soplar y sin respirar; y elaborar en una misma oración, un collage literario que puede llegar a rozar hasta 5 tópicos, absolutamente diferentes entre sí.


No va a ser fácil, pero aquí trato de dejar un ejemplo.


MUJER Nº1

Chicas, vamos a empezar porque sino se nos va a hacer muy tarde, además anoche me acosté tardísimo mirando una peli, "Resident Evil", ¿la vieron?, menos mal que hace un lindo día, sobre todo para vos Vale que vivís lejos, ¿quieren un café o algo?, ¿con qué tema arrancamos?


Y exactamente al mismo tiempo.


MUJER Nº2

No saben cómo demoró el bondi, estuve como media hora en la parada, igual aproveché para leer algo, encima un pesado se me puso a hablar, ¿un tesito puede ser?, igual escuché que va a llover a la tarde, ché ¿y tu novio no está?



Bueno, imagínense ago así, pero multiplicado por 2, y durante un período de tiempo no menor a 3 horas. ¡Minga! No me concentro ni aunque fuera el mismísimo hijo de Buda. La cosa es que me vine para un café del centro en busca de paz, tranquilidad, y por qué no, alguna Musa trasnochada que me de un empujoncito mental, porque a todo esto, no tengo la más pálida idea sobre qué tema escribir.


Aún no he leído los diarios de hoy, pero no me cuesta mucho suponer que debe estar nuestro buen amigo el chancho con la bruta gripe esa que se agarró, en primera plana. Luego, la OMS subiendo de a 1/3 el nivel de peligrosidad de esta gripe; creo que ya anda como en 5 en una escala que va hasta 6. Para mí que tendrían que alargar un poco la escala esa, al menos hasta 50. De pique arrancaron en 4, cuando había 5 engripados en México, 2 en USA y 1 en Eslovenia. ¡Así no hay escala que aguante señores! En tercer lugar seguro está el mosquito Aedes aegypti, con su dengue, que debe estar medio enojado porque pasó a segundo plano de la noche a la mañana; la vaca loca, que parece que ya se curó porque hace tiempo que nadie habla de ella; las palomitas mensajeras con su leptospirosis; las ratas con su fiebre amarilla; y los pollos con su gripe aviar. ¿Pero qué está pasando con la fauna en nuestro planeta? ¿Se revelaron contra nosotros (si es así los apoyo)? En cualquier momento arranca la flora, con las papas y los boñatos a la cabeza, y cagamos fuego.

En la sección política debe andar el guapo Larrañaga en un acto partidario en Minas de Corrales y ante 35 personas (contando al sereno del club), dándole palo al gobierno, a Mujica, a Astori, a Lacalle, a su esposa, y a la madre que lo parió. También debe estar Obama y su creciente popularidad, debido a su también creciente amistad con los hermanos Castro. Y de yapa Los Olimareños con el concierto pedorro ese que van a dar; además de los robos nuestros de cada día en la sección policiales (Olimareños incluidos).

En internacionales estará el síndrome post traumático que le quedó a la familia real Holandesa por el auto ese que le pasó como a 300 metros, y que supuestamente quiso atropellarlos. Hay 2 posibilidades: o manejaba una vieja ciega, o el chofer tenía un pedo azul, porque no le podes errar tan fiero muchacho. Además, si hablamos de trauma, tendría que ser noticia el de los familiares de los 7 muertos, no el de estos ricachones que vieron el accidente a 2 cuadras, y en un ómnibus de 3 pisos con aire acondicionado.

Ah, en espectáculos debe estar seguro mi amiga Susan. No, no es Susan Sarandon; tampoco Susan-a Giménez. Es Susan Boyle, la veterana fiera como susto a media noche, que unos jurados descubrieron recién ahora, a sus 47 años, que canta bien. Resulta que la tipa se viene presentando en cuanto concurso se le cruza en el camino desde que tiene 12 años, pero solo ahora parece que canta lindo. Yo me alegro por ella, y espero que este minuto de fama le deje algún rédito económico, aunque lo más probable es que le hayan hecho firmar un contrato de exclusividad, que la va a tener atada hasta sus 98 años y le va a otorgar el 0.8% de la mitad de las ganancias.

¿A ver qué más puede haber? Mar del Plata sin agua (lo mismo pasó en Montevideo hace un par de semanas y nadie dijo nada). El triunfo de Nacional en la Libertadores; la derrota de Peñarol en el campeonato local; la Ministra del Interior en bolas en Facebook; la de Salud bailando en pedo en un boliche; y el pepe Mujica corriendo una carrera de bicicletas en Pando.

Ya sé que me van a decir que hoy nada me viene bien. Otros dirán que prefieren mis artículos serios sobre los curas y su descendencia divina. Otros, que se identifican con mis poemas. Algunos otros me reclamarán que siga contando cómo va el tema de la pelada. Pero bueno gente, es lo que hay. Hoy me echaron de casa y la Musa de la que les hablé me dejó plantado; no me pueden pedir más.


Prometo esmerarme más para la próxima.