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domingo, 26 de abril de 2009

LOS HIJOS DEL OBISPO

Por Hernán Barrios


El rebaño de hijos que en forma casi exponencial le han aparecido al Presidente del Paraguay Fernando Lugo, y que a coro reclaman los deberes inherentes a su paternidad, es una de las noticias que en las últimas semanas han hecho doblar con fuerza, las campanas del acontecer internacional.

Si bien he aprendido con el tiempo, que no hay que creer ciegamente en la información que nos brindan a diario los medios de comunicación masiva, máxime cuando son dirigidos por intereses económicos hijos del capitalismo e informan sobre hechos o personajes pertenecientes a su antónimo, el socialismo, esta noticia en cambio nos invadió por cuanto medio anda en la vuelta, sin diferencias sustanciales entre ellos. Los hechos de esta telenovela son bastante claros, además de ser confirmados sin vueltas, por su protagonista. El señor Fernando Lugo, un hombre mayor de edad, de nacionalidad Paraguaya, ostentando el cargo de Obispo de la Iglesia Católica, tuvo relaciones sexuales con mujeres varias, algunas de las cuales eran menores de edad. De estas relaciones surgieron embarazos y concepciones de niños, de los cuales el mencionado señor se desentendió. Este hombre ha dejado los hábitos, y ahora es el actual Presidente constitucional del Paraguay.

Bueno, parece que la cuestión tiene varias puntas.

Empecemos primero por el tema de la Iglesia. Si bien se puede o no estar de acuerdo con los preceptos que la Iglesia Católica impone, no se puede dejar de reconocer que es una institución que aún hoy conlleva una gran cantidad de fieles en todo el mundo, y solo por este hecho merece mi respeto. El celibato de sus autoridades, si bien desde mi punto de vista absolutamente terrenal, parece una utopía, es uno de sus pilares fundamentales. Entonces, desde esta posición, el señor Fernando Lugo ya arrancó bastante mal. "Iré siempre con la verdad y me haré cargo de mis acciones"- ha dicho (palabras más o menos), hace pocos días, a todos los medios de comunicación. No me queda otra que pensar, bajo el peso de los hechos, que este tema de la sinceridad es una cuestión reciente en la escala de valores del señor Lugo, ya que de haber ido siempre con la verdad, como ahora pregona, tendría que haber dejado los hábitos la primera vez que se acostó con una mujer. De haberlo hecho así obviamente nunca habría llegado a ser obispo, tampoco quizás hubiera sido conocido, y seguramente no habría llegado nunca a ser Presidente del Paraguay.

En otro punto de esta maraña tenemos el tema de la minoridad de alguna de las mujeres con las que tuvo relaciones. No conozco la legislación Paraguaya, pero supongo que el tener relaciones con una chica de 16 años, si no es delito, debe andar muy cerca de serlo. Además, se supo de estas relaciones porque las protagonistas quedaron embarazadas y las pruebas rompieron los ojos de la opinión pública, pero quien tuvo relaciones con chicas de 16 años, también las pudo tener con chicas de 15, o de 14, o por qué no de menos. A mí al menos, me queda la duda. De haberse comprobado estos hechos en su momento, la iglesia lo habría excomulgado, el escándalo habría caído sobre este señor, quizás hasta habría ido preso, y muy probablemente lejos habría estado de llegar a ser presidente de un país.

Luego tenemos el hecho del no reconocimiento, en su momento, de su descendencia. Lugo ha reconocido públicamente el hecho de que conocía la existencia de al menos uno de sus hijos, y no realizó ninguna acción al respecto, seguramente por temor al escándalo y a las consecuencias que en su vida profesional éste habría tenido. Y vuelvo entonces con lo mismo. Escándalo que de haberse dado, jamás el pueblo Paraguayo habría puesto a este hombre, en la conducción de su país.

No quiero que se me mal entienda. No estoy diciendo que el señor Fernando Lugo no pueda ser un excelente conductor de su nación. Tampoco soy tan tonto como para pensar que es el único cura en el mundo que ha tenido relaciones, hijos y todo lo demás. Yo lo que pongo aquí en tela de juicio son dos cosas: primero, la credibilidad del señor Lugo, ya que no creo que una persona que mintió y escondió durante quien sabe cuántos años este tema, pueda convertirse de buenas a primeras, en un Dios de la sinceridad. Y segundo y más importante aún, la legitimidad de su actual investidura como Presidente. Porque la gente no solo vota a un político, sino que también vota a una persona. Y en este caso, esa persona no se mostró tal cual era. Esa persona ocultó partes por demás importantes de su vida, y a mí me gustaría saber si el pueblo Paraguayo lo habría votado igual, sabiendo lo que ahora sabe.

La renuncia quizás no sea la mejor forma, ya que quizás los Paraguayos, a pesar de todo esto, lo quieran seguir teniendo como Presidente. Pero creo sí que amerita preguntarles. A mi entender, es imperativa una consulta popular en la que el pueblo decida si le perdona al señor Fernando Lugo estos deslices de su pasado, o no.

Es mi opinión.

5 comentarios:

  1. ESTUPRO EN EL OBISPADO Y EXTORSIÓN EN LA SACRISTÍA
    Red Contra Abusos del Menor

    Una escabrosa historia de encubrimiento a un farsante acabó en gran parte este lunes de pascuas, cuando el obispo Fernando Lugo reconoció públicamente ante las cámaras de Televisión haber tenido relaciones con una jovencita de 16 años, Viviana Carrillo, en tiempos en que se desempeñaba como Obispo de San Pedro, y abrió en Paraguay el debate que ya estaba instalado en otras latitudes: el de los escándalos aberrantes que de un tiempo atrás sacuden a la iglesia católica.
    No está demás mencionar que la Iglesia Católica protege a estos delincuentes para defender su propia imagen en lugar de denunciarlos y expulsarlos para defender al resto de ciudadanos. La mayoría de los casos de pedofilia se han intentado resolver internamente, trasladando a los curas pederastas a otras parroquias y hablando con las familias para evitar las denuncias. Lejos está Paraguay de ser un caso aislado en Sudamérica.
    Un grave escándalo, de características y dimensiones similares al que estalló hace tres años en Estados Unidos, se instaló recientemente en los altares de la Iglesia Católica de Brasil.. Entre ellos figura el sacerdote Félix Barbosa Carreiro, quien hace unas semanas fue detenido tras ser sorprendido en una orgía de droga y sexo con 4 adolescentes, y que acusó a “otros 12 padres” de incurrir en prácticas similares. Otro caso es del padre Alfieri Eduardo Bompani, de 45 años, quien grababa videos y escribía un diario donde daba cuenta de sus acciones.

    El más repulsivo es el caso es el del padre Tarcisio Spricigo, que abusó de varios menores antes de ser arrestado por haber violado un pequeño de sólo cinco años de edad. En los documentos y pruebsa del proceso contra el cura ha sido incluido un diario, que es una especie de “manual de pedofilia”, que incluye consejos como “jamás tener una relación con niños ricos”. El libro de Spricigo, que fue descubierto por casualidad por una monja que lo llevó a la Policía brasileña, también contiene “diez reglas para actuar y quedar impunes”.

    “Llueven niños seguros y confiables que son sensuales y que mantienen un total secreto, que sienten la falta del padre y viven sólo con la madre (…) Soy un seductor, seguro y calmo. Basta aplicar las reglas y el chico caerá en mis manos y seremos felices para siempre”, anotó el religioso en su escalofriante“manual”.
    La lista de casos de depravados y criminales ocultos bajo las sotanas se antoja interminable: En Chile, el religioso Jaime Low Cabeza, fue detenido por presunto estupro y abuso sexual contra menores. Los abusos que supuestamente afectaron a cinco menores -todos varonesde entre 15 y 17 años- se habrían concretado cuando el religioso se desempeñaba en la pastoral juvenil de la parroquia.

    En 2001, el religioso salesiano Carlos Larraín fue acusado de abusos contra una menor de nueve años en la época en que se desempeñaba como director del Colegio María Auxiliadora (entre 1997 y 1999). En abril de 2004, el sacerdote Víctor Hugo Carrera fue detenido en el Aeropuerto Internacional de Santiago, luego de permanecer tres años como prófugo de la justicia, pues fue acusado de abuso sexual contra un menor en 1999 en Punta Arenas.
    Mientras en Paraguay el obispo Fernando Lugo reconoció haber cometido estupro siendo obispo, y niños sordomudos denunciaron haber sido violados por curas en Verona, en México denuncian que existen logias protegen a estos criminales.

    El cardenal mexicano Norberto Rivera Carrera y el arzobispo de Los Angeles, Roger Mahony, habrían encubierto a un sacerdote mexicano acusado de varios casos de abuso sexual contra menores monaguillos bajo el paraguas de esta suerte de Odessa de pedófilos.
    La deportación por parte de las autoridades de la Santa Iglesia de Roma, con destino a Paraguay, de varios sacerdotes católicos acusados de haber abusado sexualmente de menores en todas las latitudes del orbe, aumenta las sospechas en cuanto al encubrimiento brindado a estos criminales. No hace mucho que en un ambiente caldeado laicos organizados y fieles católicos del Alto Paraná, a trescientos kilómetros de la capital del pais, denunciaron que en su comunidad se habían refugiado en un seminario los padres Carlos Urrutigoity y Eric Ensey, acusados de abuso sexual en Estados Unidos. Es demasiado casual que estos criminales se hayan refugiado en el Paraguay poco después del triunfo electoral del obispo Fernando Lugo, que se produjo en ancas de algunas de las más reaccionarias fuerzas atávicas de este Paraguay surrealista: el pensamiento mágico, la tradición autoritaria y el machismo con el cual fue denigrada un candidata mujer.
    Para concluir esta descripción del Paraguay, podríamos tomar prestadas palabras publicadas en la Jornada de Oriente con la firma de Anamaría Ashwel, y sólo cambiar la palabra México por Paraguay: “una oscurantista alianza masculina, mayormente de políticos y sacerdotes, han regresado el tiempo de México al Virreinato: han legislado para quitarle el derecho a la mujer sobre su cuerpo. Sacerdotes supuestamente célibes, abiertamente misóginos, muchos pedófilos y desconocedores absolutos de la condición fisiológica y social de las mujeres —y encima vestidos con faldas largas— representando valores culturales que para las mujeres caducaron con el Virreinato, apuntalaron el voto de políticos que decidió que las mujeres sólo tienen el derecho a estar preñadas.”

    EXTORSIÓN EN LA SACRISTÍA

    Pero el obispo no sólo cometía sus delitos sexuales mientras preparaba los sermones, también era chantajeado con otros secretos de sacristía.

    El obispo de Concepción, Zacarías Ortiz, conmocionó hoy a la opinión pública revelando que el dirigente campesino Elvio Benítez y José “Pakova” Ledesma extorsionaban al clérigo-presidente en base al conocimiento de sus perversiones, de allí la forma milagrosa en que obtenían de Lugo todas las concesiones y privilegios en el gobierno.

    Según el obispo, el dirigente y el gobernador tenían entre “la espada y la pared” al presidente, aprovechando que manejaban la información. Recordó que Fernando Lugo fue obispo de San Pedro y por su trabajo de años en esa región conoce muy bien a Elvio Benítez y José Ledesma. Ver:

    www.abc.com.py/2009-04-15/articulos/512779/aseguran-que-campesino-y-gobernador-chantajeaban-a-lugo

    La revelación explicaría la extraordinaria influencia de ciertos grupos en el gobierno del obispo, entre otros Tekojojá y Pmas, que sin grandes méritos- el PMas ni siquiera logró un representante en diputados- obtienen una desproporcionada participación en el gobierno del obispo.

    Tiempo atrás el referente principal del Pmas, Camilo Soares, fue acusado de ser el organizador de orgías del obispo en una mansión en una isla sobre el río. Su grupo, sin representación parlamentaria, controla tantas secretarías de estado como el Partido Liberal, con un tercio del más de centenar de bancas con que cuenta el Congreso bicameral de Paraguay.
    Otro caso curioso es el del secretario privado del presidente, Miguel Angel López Perito, cuya renuncia “indeclinable” fue revocada cuando el clérigo-presidente aceptó que haría todo lo que su asistente –a quien adjudicó el título ficticio de “jefe de gabinete” le ordenaba.
    Otros hechos que se explicarían con la revelación del obispo Ortiz son las facilidades con que se autoadjudican dinero público algunos amigos del clérigo-presidente. “Los amigos de Lugo toman por asalto las arcas públicas” graficó la situación el titular de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), Héctor Cristaldo, advirtiendo que los recursos se manejan discrecionalmente. Fernando Lugo estuvo a punto de dejar de lado 31 programas del Ministerio de Agricultura para entregar una ofrenda de 8 millones de dólares a sus extorsionadores, y sólo revió su posición cuando fue amenazado con un juicio político y la destitución.
    El obispo Fernando Lugo ganó las elecciones paraguayas con gran respaldo del embajador norteamericano James Cason, el 20 de abril de 2008. Lo curioso de todo es que la prensa mediática insiste en incluirlo en la lista de presidentes “izquierdistas” de Sudamérica, aunque la realidad de los hechos digan otra cosa.

    Para su campaña proselitista contó con la invalorable ayuda de la prensa vinculada a la SIP, National Endowment for Democracy y empresarios vinculados al Plan Cóndor y la Secta Moon.

    A poco de asumir, firmó acuerdos en materia represiva con Alvaro Uribe, y ordenó un operativo militar en el norte del PARAGUAY que implicó torturas y ejecuciones extra-judiciales de campesinos. La represión obedeció al clamor de oligarcas ganaderos en la zona en conflicto, varios de ellos brasileños que se apropiaron de tierras sujetas a reforma agraria.

    Recientemente agasajó a la SIP, y en su discurso condenó las políticas comunicaciones de Cuba y Venezuela. Las revelaciones de Ortiz y el escándalo por estupro desatado en plena semana santa, con una confesión posterior como regalo de Pascuas, plantean la angustiosa interrogante de cuántos otros secretos de sacristía son esgrimidos por otros influyentes personajes del entorno palaciego de Fernando Lugo.

    ¿LO SANCIONARÁ LA IGLESIA CATÓLICA?

    La confesión del obispo Fernando Lugo de haber cometido estupro lo hace candidato a engrosar esta lista publicada por Pepe Sánchez.

    Sirva recordar sucintamente algunos casos notables que han protagonizado diferentes prelados durante la última década:

    -- Alphonsus Penney, arzobispo de la diócesis de San Juan de Terranova (Canadá), dimitió, en julio de 1990, por haber encubierto decenas de delitos sexuales cometidos contra unos 50 menores por más de una veintena de sacerdotes de su diócesis.

    -- Hubert Patrick O'Connor, obispo de Prince George (Canadá), en febrero de 1991, fue formalmente acusado por la Policía de haber violado a varias mujeres y de cometer asaltos obscenos contra varias otras.

    -- Eamon Casey, obispo de Dublín (Irlanda), dimitió, en mayo de 1992, tras conocerse que era padre de un adolescente y que de los fondos de la diócesis había pagado a la madre, en 1990, unos doce millones de pesetas "para gastos".

    -- Rudolf Bär, obispo de Rotterdan (Holanda), fue forzado a presentar su dimisión, en marzo de 1993, tras ser acusado de "homosexual".

    -- Hansjoerg Vogel, obispo de Basilea (Suiza), dimitió de su cargo, en junio de 1995, debido a que estaba esperando un hijo de su amante.

    -- Roderick Wright, obispo de la diócesis de Argyll y las Islas (Escocia), dimitió, en septiembre de 1996, tras haber protagonizado una ruidosa fuga con una atractiva feligresa.

    -- Hans Hermann Gröer, cardenal y arzobispo de Viena (Austria) y presidente de la Conferencia Episcopal austriaca, fue forzado a dimitir de todos su cargos, en abril de 1998, tras ser acusado, en 1995, de cometer una diversidad de delitos sexuales contra menores, por una decena de antiguos seminaristas de los que fue confesor (ver Caso 6).

    -- John Aloysius Ward, arzobispo de Cardiff (Irlanda), fue sustituido al frente de su diócesis, por el Vaticano, en diciembre de 2000, por la presión social desencadenada por haber encubierto a dos curas pedófilos de su diócesis que acabaron encarcelados, aunque la causa oficial para dejar su puesto fue la convalecencia de una trombosis.

    -- Pierre Pican, obispo de la diócesis francesa de Bayeux Lisieux, fue condenado, en septiembre de 2001, a tres meses de prisión por haber encubierto a un sacerdote pederasta (ver Caso 4).

    -- Anthony J. O'Connell, obispo de Palm Beach (Florida), dimitió en marzo de 2002 tras admitir haber abusado de dos seminaristas; con uno de ellos, a finales de la década de los setenta, se había metido en la cama, desnudo, cuando el joven acudió a él para pedirle consejo pastoral. O'Connell reconoció que su diócesis pagó a su víctima, en 1976, la suma de 125.000 dólares para ocultar los hechos (que incluían los tocamientos de O'Connell y los abusos sexuales de otros dos sacerdotes). "Ninguna de las personas que me nombró para este cargo lo sabía. Aunque siempre supe que estaba en mi pasado, no lo reconocí", dijo el obispo.

    -- J. Keith Symons, el obispo anterior de Palm Beach al que O'Connell tuvo que sustituir en 1999, también debió dimitir tras verse obligado a admitir que había abusado de cinco monaguillos durante las décadas de los años 1950 y 1960.

    -- Julius Paetz, arzobispo de Poznan (Polonia), renunció al cargo, en marzo de 2002, tras haber sido acusado de cometer abusos sexuales sobre decenas de seminaristas (ver Caso 8).

    -- Brendan Comiskey, obispo de la diócesis irlandesa de Ferns, dimitió en abril de 2002, al hacerse público que encubrió los delitos sexuales que uno de sus sacerdotes cometió sobre varios menores (ver Caso 5).

    -- Franziskus Eisenbach, obispo auxiliar de la diócesis alemana de Maguncia, renunció a su cargo, en abril de 2002, a consecuencia de la denuncia presentada por la catedrática Anne Bäumer-Schleinkofer, en septiembre de 2000, acusando al prelado por abuso sexual y daños corporales. Fue la primera vez que la justicia alemana investigó a un obispo y, aunque el proceso fue sobreseído por el tribunal de Coblenza, en noviembre de 2001, por falta de pruebas, el obispado tuvo que reconocer que entre la denunciante y el obispo hubo "contacto corporal", quedando sin aclarar todo un trasfondo de otras posibles relaciones sexuales.

    -- Rembert Weakland, arzobispo de Milwaukee, solicitó al Vaticano, en mayo de 2002, que aceptase su jubilación anticipada tras saltar a la luz que compensó con 450.000 dólares a un ex amante adulto que le acusaba de violación.

    -- James Williams, obispo de Louisville (Kentucky), renunció en junio de 2002 tras ser acusado por uno de sus antiguos monaguillos, James Bennett, un joven de 33 años, que acusó al obispo Williams de haber abusado sexualmente de él hace 21 años, cuando fue su ayudante en una parroquia; al parecer no fue su única víctima, ya que otras 90 denuncias de otras tantas víctimas incidieron en lo mismo.

    -- James McCarthy, obispo auxiliar en la archidiócesis de Nueva York, dimitió de sus cargos en junio 2002 tras reconocer haber mantenido relaciones sexuales con varias mujeres, que en este caso eran todas mayores de edad.

    -- George Pell, arzobispo de Sydney, renunció temporalmente a su cargo en agosto de 2002 tras ser acusado de haber abusado sexualmente de un menor de 12 años en 1961. Tres meses antes, en junio de 2002, varios feligreses le habían acusado de encubrir delitos sexuales del clero, cuando fue obispo auxiliar en Melbourne, en 1993, ofreciendo dinero a las víctimas a cambio de silencio.

    -- Edgardo Storni, arzobispo de Santa Fe (Argentina), fue procesado judicialmente en agosto de 2002 acusado de haber abusado sexualmente de al menos una cincuentena de jovencitos, todos ellos seminaristas. El Vaticano le investigó por esta misma conducta en 1994, pero silenció su expediente. En el momento de cerrar la edición de este libro, a principios de septiembre de 2002, en el Vaticano se había adoptado la decisión de removerlo de su cargo, pero todavía no la había materializado (ver Caso 9). Nota: Storni fue removido de su cargo en octubre de 2002.

    -- Francisco José Cox, ex arzobispo de La Serena (Chile), fue recluido de por vida en un monasterio en noviembre de 2002 por "comportamiento impropio con niños varones". Los abusos sexuales a menores cometidos por este prelado se produjeron a lo largo de muchos años, pero sólo ahora la Iglesia tomó cartas en el asunto. La comunidad a la que pertenece el prelado, la de Shoenstatt, le examinó y le encontró "no apto pasiquicamente para la función pastoral".

    -- Bernard Law, arzobispo de Boston (Estados Unidos), fue finalmente "dimitido" en diciembre de 2002, más de un año después de que en su archidiócesis estallasen cientos de casos de delitos sexuales contra menores cometidos por sacerdotes y encubiertos por el cardenal Law con plena conciencia y voluntad de proteger a los delincuentes con desprecio de sus víctimas (ver Caso 2). De todos los casos conocidos hasta la fecha, este cardenal es el que mayor número de delitos ha encubierto y ha propiciado (buena parte de los sacerdotes que encubrió volvieron a delinquir en numerosas ocasiones, cosa que pudieron hacer gracias a la protección continuada que les facilitó el cardenal). Al igual que sus colegas, prelados delincuentes sexuales por acción (agresores ellos mismos) o por omisión (encubridores y cómplices), Law tampoco ha sido juzgado por un comportamiento delictivo que ha protagonizado durante décadas. Sigue contando con la protección del Papa.

    Esta relación, que no pretende ser exhaustiva -son simples casos que figuran en mi archivo-, y que podría ser notablemente ampliada realizando una búsqueda en bases de datos internacionales, comprende una buena representación de las conductas relacionadas con la sexualidad, delictiva o no, protagonizadas por prelados católicos. Sin duda los casos apuntados constituyen una minoría entre el total de prelados, cierto, pero también lo es que éstos son unos pocos casos que han trascendido a la luz pública. Tan sólo con la notas que figuran en mi archivo podría alargar este listado con otros 26 casos parecidos que todavía no han aflorado al conocimiento público, pero no tiene especial interés hacer tal cosa. El total de casos asimilables que existen en todo el mundo, sin duda nos obligaría a ocupar decenas de páginas si pretendiésemos emprender una relación somera de los mismos.

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  2. Muy buena la reflexión sobre Lugo, sobre la actitud d los olimareños, el artículo sobre el carnaval y exelente tanto el poema como la introducción al mismo.

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  3. Gracias "Jim Morrison" por tus datos y precisiones. Son por demás elocuentes e ilustrativas.

    Gracias por estar.

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  4. Bueno, la nota condujo a una interminable lista de actos repudiables, que sólo puede decirse que son bienvenidos como datos, por supuesto.
    Sobre tus reflexiones sobre Lugo, discrepo en un par de puntos, aunque coincido en la visión general. El hecho de que un grupo (mayor, menor) de gente adhiera a una institución no la hace respetable (al menos no de un modo lógico), de ser así también sería respetable el nacionalsocialismo (nazismo, por si acaso), y al menos para mí eso es algo imposible.
    La clase política se encarga de mentir de una y otra manera. El problema central no es a esta altura si Lugo tuvo relaciones fuera de su matrimonio con la Iglesia, de la que ahora se ha divorciado para encamarse con el poder, sino que se llevó a la cama a una menor (o varias). Sin importar si está tipificado o no, si está prescrito o no (como he leído), debe dimitir en caso de que se le permita continuar el frente del gobierno, independientemente de sus cualidades como político. Lo que a propósito llevaría a plantearse cómo es posible que ciertos políticos reincidan en su afán de postularse como presidentes de la república... Es increíble que hayan quienes aún tienen vida política, o vida en libertad, a secas. Pero, según el decir, cada país tiene los gobernantes que se merece...

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  5. Gracias Judith y Iani por sus comentarios.

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Diga sin miedo lo que piensa, acá no hay censura de ninguna clase. Le sugiero igual que impere el respeto, en caso contrario difícil que pase.