Páginas

viernes, 18 de junio de 2010

MI VIDA SIN MI

Por Hernán Barrios



LA PELÍCULA

Mi vida sin mi cuenta la historia de Ann (Sarah Polley), una joven madre que a los 23 años y luego de una visita de rutina al médico, recibe la noticia de que le quedan no más de tres meses de vida.

Ann vive con su esposo y sus dos pequeñas hijas en una casa rodante, en el patio trasero de la casa de su madre. Luego de recibir esta trágica noticia decide no contárselo a nadie, y vivir a pleno el escaso tiempo que le queda de vida. Para esto confecciona en papel una lista con las cosas que no puede dejar de hacer antes de morir. En ésta, y en los que serán los tres mejores meses de su vida, se centra esta historia.

Lo que más me impactó de esta película fue la sensibilidad. Absolutamente despojada de contaminantes efectos audiovisuales, se presenta pura, sencilla y cruelmente humana. Una historia que no por común peca de aburrida ni mucho menos. Las responsables de este maravilloso resultado son, creo yo, dos mujeres; Isabel Coixet (la directora), la cual supo encontrar la forma de contar esta triste historia de una manera que no resultara abrumadora para el espectador, así como tampoco carente de contenido. A mi entender supo transitar por esa delgada línea que divide lo morboso de lo liviano, de manera magistral. La otra responsable, la a esta altura excelentísima Sarah Polley, quién supo inyectarle a su personaje la dosis justa de dramatismo e inocencia que el mismo requería.

REFLEXIONES

El primer pensamiento que nos viene a la mente a medida que transita la película, es el de tomar conciencia de que a cualquiera de nosotros nos puede pasar lo que al personaje. Sin importar nuestra edad, sexo o condición económica, nadie está libre de que en un momento determinado de nuestra vida y sin aviso previo, alguien de blanco nos diga que a la nuestra le queda bastante menos de lo que pensamos. Primero la tristeza y luego la resignación, se nos atraca en la garganta como un puño, a causa de lo que le sucede a esta joven y hermosa mujer.

El segundo, es una especie de admiración por el personaje central, por adoptar la decisión de no compartir con nadie más que con su doctor (que en definitiva es un perfecto desconocido), lo que le está sucediendo. En un gesto cargado de valentía y generosidad, Ann trata con esto de ahorrar a sus hijas y a su joven esposo, la mayor cantidad de tristeza posible. Y por cierto que lo logra.
El tercero y quizás más importante concepto que se desprende de la película a modo de enseñanza, es en realidad una pregunta: ¿por qué esperar a estar en una situación desesperada para hacer las cosas que siempre quisimos hacer? ¿Por qué razón si sabemos que nuestra vida tiene fecha de caducidad, esperamos a saberla para comenzar a vivir a pleno? ¿Por qué no hacerlo antes? Creo yo que el legado de esta hermosa película es básicamente un gran POR QUÉ. Nos deja de regalo una dosis de ánimo y reflexión sobre este tema y algún otro, y una importante disposición a hacer algo al respecto. Disposición que por supuesto, y como sucede con la mayoría de las inyecciones emocionales de este tipo, dura lo que un lirio. Al rato se nos va el impulso de agarrar lápiz, papel y ponernos a hacer nuestra propia lista, y volvemos a caer en la monotonía. Una pena; por nosotros claro.

Bueno amigos, en conclusión y para no hacer muy largo el relato, una película altamente recomendable para aquellas personas que gustan del cine de calidad y con contenido (valga la redundancia). Créanme cuando les digo que a pesar de ser una historia triste, no es de tristeza el sentimiento que nos deja al terminar, sino de ganas de hacer algo por nosotros mismo, y ahora.

Ojala la puedan ver y les guste tanto como a mí.





sábado, 12 de junio de 2010

CRÓNICA DE MI MUERTE

Por Hernán Barrios


No sentí dolor cuando la bala se metió en mi cuerpo. Solo tristeza. Tristeza por las personas queridas que dejaba de golpe sin siquiera despedirme, y una mansa resignación hija de la aguda certeza de tener que partir.


Al principio me sentí confundido y aturdido al mismo tiempo. El finísimo pinchazo que se clavó bajo mi brazo izquierdo junto con aquella detonación, me dejó sin aliento. Liviano. Sin peso. Mis ojos alcanzaron a mirar el chorro de sangre, oscuro y tibio que escapaba desesperadamente de mi costado, y luego dejaron deliberadamente de ver. Sabía que mi cuerpo estaba cayendo hacia adelante, pero no sentía el vértigo del movimiento. Tampoco el temor de saber que golpearía mi cara contra la calle. Solo flotaba.


En ese segundo que duró una vida, pensé en mi madre llorando sin consuelo; vi a Lucia con la mirada ausente y sin poder encontrarle explicación a lo ocurrido; vi a mi sobrina de cuatro meses que solo sabrá de mi existencia por fotos, y las historias que de mi le hagan sus padres. En ese segundo que duró una vida, sentí la triste impotencia de saber que mi vida en este mundo había terminado, y de no haber tenido tiempo de despedirme de mis seres queridos. Tiempo para darles un último apretado abrazo y decirles que a donde fuera, los iba a querer por siempre.


Una claridad blanquecina y brillante como espuma de mar lastimaba mis ojos, y me impedía ver. Mi cabeza se sacudió violentamente, y la blanca cortina visual se resquebrajó en el aire como cristales rotos. Por un momento mis ojos retomaron en parte su función, y me entregaron una imagen nublada y perezosa de mi nueva realidad. Mi mundo estaba de lado, y unas baldosas viejas, sucias y frías, se presentaban en primer plano frente a mis ojos. Vi pies de gente corriendo; vi luces casi apagadas; vi un perro que se acercó a olfatearme. Sabía que iba a morir y esa idea me tenía aterrado. Tenía ganas de llorar pero no podía. Mis funciones me habían abandonado por completo. Solo los cada vez más tenues resplandores que como flechas envenenadas entraban por mis ojos secos, me daban la insípida certeza de estar aún vivo. El silencio me abrazaba por completo, y la dolorosa sensación de estar cada vez más distante de todo y de todos, me apretaba con saña la garganta.


No había dolor. Estaba cansado. La poca conciencia que me quedaba en el cuerpo, luchaba con sus últimas fuerzas por no ceder ante el sueño aplastante. Las corridas y los gritos desesperados de las personas que estaban en el lugar, se hacían cada vez más chiquitos; lejanos; inaudibles. Mi corazón había dejado de latir en el mismo momento en que aquella bala asesina y errante lo había atravesado; hacía ya dos minutos, dos años... dos vidas. Daba lo mismo. Un poco después lo habían hecho mis pulmones. Y ahora mi cabeza. Mi conciencia. Mi voluntad. Mis ganas.


Mis parpados plomizos se cerraron al fin. Dejé escapar una última lágrima, y me dormí para siempre.



lunes, 7 de junio de 2010

FIXTURE

Por Hernán Barrios

Como dicen por ahí que el mundo es de los audaces, voy a realizar a continuación una audaz acción, que tiene dos consecuencias no simultáneas posibles: A) Me pasará sin escalas a la categoría de profeta, haciéndome ganar con ello el respeto de propios y ajenos. B) Me hará (también sin escalas) saborear el amargo gusto del ridículo, la vergüenza, la desazón y la tristeza.



Hecho entonces este pequeño prólogo, presento aquí mi FIXTURE COMPLETO DEL MUNDIAL.



Para ver en detalle la imágen, haz click en la misma.


Como podrán apreciar, la fe depositada en la selección de mi país es gigante y no acepta otra posibilidad que llevarla directamente a la gloria. Que así sea.



Demás esta decir que al igual que siempre, será bienvenido cualquier comentario, sugerencia, opinión y hasta cargada sobre el tema, siempre y cuando los mismos se realicen dentro del clima de respeto y cordialidad que caracteriza a este espacio.


sábado, 5 de junio de 2010

NO TE EXTRAÑO

Por Hernán Barrios



BREVE Y ESTÚPIDA TEORÍA SOBRE EL DESAMOR EN EL MUNDO ACTUAL


Bueno amigos, después de años de pensar y repensar por qué, en los tiempos que corren las relaciones humanas se han vuelto bastante más efímeras que antes, he dado al fin con la respuesta definitiva.



EXCESO DE COMUNICACIÓN


La señora GLOBALIZACIÓN ha hecho todo lo posible para hacernos creer que cuánto más conectados estemos entre nosotros, más fuertes serán entonces nuestros vínculos. ¡Pero es mentira! ¡Les juro que es mentira! Lo descubrí hace poco rato, mientras le mandaba un mensaje de texto a un amigo que está en España, nada más que para saber qué estaba haciendo. El mensaje decía exactamente así: “Q hacés loco? En q andás?”. ¿A ustedes les parece hacer viajar un sms por 14.000 kilómetros para preguntar esa pavada? Ahí vi claramente que no le estaba mandando un mensaje a mi amigo porque lo extrañaba o porque quería saber cómo iba su vida, sino por chusma nomás. Horrible.


La teoría que estoy estrenando hoy (...?), se basa en este principio que acabo de ejemplificar. La comunicación entre personas se ha hecho tan fácil, práctica, y requiere de tan poco esfuerzo para llevarse a cabo, que además de reducir las distancias a nada, está haciéndonos dejar de experimentar el sentimiento de EXTRAÑAR AL OTRO. Otro ejemplo: Hasta hace algunos años, las personas casi no veían ni tenían noticias de su esposa u esposo durante todo el día, hasta que volvían a la noche a su casa. Ahora, mediante los mensaje de texto, el teléfono, el chat y todo eso, tenemos un contacto tan continuo con dicha persona, que es como si en ningún momento nos separáramos, no dejando hueco alguno para el extrañe. ¿Se entiende?


Sé que esto del sentimiento de extrañar al otro puede parecer una cuestión más espiritual y romántinca que práctica, pero, ¿cómo podemos estar deseando volver a estar con tal o cual persona, si en los hechos nunca hemos dejado de estarlo? Y créanme que 24 hrs. continuadas de contacto, por más amor que exista entre dos seres, desgasta.


NOTA: Esta es la parte que va a hacer que mi novia esté con cara larga por lo menos durante una semana, y que yo tenga que responder toda una serie de cuestionamientos sobre nuestra relación, etc. Pero bueno, son los retos que tiene que afrontar todo boca floja como yo, que además de pensar todas estas pelotudeces, encima las pone en la Web.


Esta teoría es obviamente aplicable a todo tipo de relación y no solamente a las amorosas. Tengo unos 400 amigos en el Facebook y todos los días 2 o 3 cumplen años. O sea que dedico 2 o 3 minutos de mi vida, a poner un feliz cumpleaños “facebulesco” en el muro de esas personas. ¡Qué buen amigo que soy! Aclaro por si alguien está por fuera de este mágico medio de comunicación, de que me entero del 99% de los onomásticos porque la máquina me avisa, que sino, ni mensaje salía.


La tecnología con todos sus adelantos ha acortado las distancias entre personas. Al mismo tiempo, considero que ha debilitado la potencia de los vínculos entre estas mismas personas. Y bueno, las consecuencias de este fenómeno están a la vista. Relaciones amorosas que duran una primavera. Vínculos familiares cada vez más fríos y automáticos. En definitiva, relaciones humanas cada vez menos humanas, y más tecnológicas.


Y así estamos.


EL VIDEO DE URUGUAY

Por Hernán Barrios


Un amigo puso este video en su perfil de Facebook y la verdad, me pareció maravilloso. Ergo, no puedo dejar de compartilo con ustedes. Ojalá les guste tanto como a mí.

Que lo disfruten.

martes, 1 de junio de 2010

NOTA AL LECTOR

Por Hernán Barrios


NOTA AL LECTOR


Debido a una extraña y repentina fiebre futbolística que desde hace algunos días viene atacando mi sistema nervioso central, notarán que he hecho algunos cambios de diseño y color en el blog. Para los que no sufren la mencionada enfermedad, aclaro que dichos cambios se mantendrán solo hasta que finalice el mundial, volviendo inmediatamente después a su diseño anterior.


A su vez quiero pedir disculpas a los fieles lectores no uruguayos que desde todas partes del mundo me acompañan siempre, por el excesivo nacionalismo que el blog derrocha en estos días. Espero que este transitorio cambio no sea motivo de alejamiento del mismo.


Por último, y básicamente dirigido a los hermanos uruguayos que dentro y fuera de fronteras leen estas páginas, invitarlos a participar de una pequeña encuesta ubicada sobre el margen superior izquierdo del blog, destinada a medir la fe que tenemos depositada en nuestra selección. Desde ya muchas gracias por participar.


Abrazo para todos y…



PD: Iba a poner ARRIBA URUGUAY pero me arrepentí porque quedaba muy baboso.