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martes, 18 de mayo de 2010

BenX

Por Hernán Barrios





LA PELÍCULA


BenX se podría decir que además de ser una obra excelente, es una película bastante diferente a todas las que he visto. De una forma tan clara como intensa, toca al mismo tiempo dos temas por demás importantes; un tipo de autismo, que en una lectura rápida se podría decir que es el tema principal de la película, y estrechamente ligado a éste y como tema de fondo, esa cosa que nosotros consideramos objetiva, universal y hasta casi estática, llamada realidad.


La historia en sí cuenta la historia de Ben, un muchacho autista de 20 años que por su condición diferente, tiene serios problemas de integración e interacción con el resto de la sociedad. Este problema queda principalmente de manifiesto en el centro de estudios al que concurre, donde a pesar del esfuerzo de sus profesores por protegerlo, igualmente es punto de burlas de la mayoría de sus compañeros; burlas que en algunos momentos llegan incluso a extremos brutales. La vida de Ben transcurre con mucha dificultad entre su casa y el colegio, aunque es en la primera, especialmente en su cuarto y con su computadora, donde él puede ser realmente auténtico, y por ende alcanzar un estado parecido a la felicidad. La verdadera libertad de acción, Ben la encuentra en un juego on-line que juega todas las mañanas, y en el que encarna el papel de un valiente superhéroe. En dicho juego ha llegado a los niveles más altos, despertando la admiración de sus compañeros virtuales, y muy especialmente la de una heroína con la que parece estarse gestando una especie de romance, también virtual.


Pasan cosas en la vida de Ben que lo llevan a un desenlace poco obvio, y por ende nada fácil de adivinar. Es éste un buen punto a favor de la película. Pero dejo por acá el relato de la historia para no contar más de lo debido. Quiero destacar sí como punto descollante, la excelente actuación de su protagonista, Greg Timmermans, quién logró, desde mi punto de vista, una excelente interpretación de una persona con el síndrome de Asperger, actuación que denota un trabajo y estudio previo importante sobre las características de esta enfermedad. A su vez vale destacar también el trabajo del director Nic Balthazar y todo el equipo técnico y profesional que lo secunda, los cuales mediante acertadas tomas, juegos de cámaras (muchos primerísimos primeros planos), y un interesante trabajo de post producción que agrega a las tomas reales, imágenes propias del juego de computadora que Ben juega en su cuarto, logró cuidar, apañar y potenciar, la actuación del protagonista.



REFLEXIÓN


Esta película es de esas que más allá de hacernos sentir un abanico importante de sensaciones mientras la vemos, cuando termina nos deja sobre algunos temas, mentalmente posicionados en un lugar diferente al que estábamos antes. Eso, además de dejarnos enseñanzas concretas sobre algún tema en particular; en este caso sobre el autismo.


En cuanto al primer punto de mi reflexión, les cuento que me dejó pensando largamente sobre la visión que tenemos la mayoría de las personas, acerca de la realidad en la que nos manejamos, y de cómo tenemos tendencia a no aceptar e incluso rechazar, la factibilidad de que otra forma de verla pueda ser posible. Según estudios científicos, nosotros los “normales”, tenemos tendencia a ver las cosas que nos rodean en conjunto y asociadas a un contexto determinado. En cambio las personas aquejadas por esta enfermedad (confieso que ya hasta me cuesta denominarla así), fijan su atención en las cosas puntuales, disociadas de su derredor, y especialmente en los detalles de las mismas. Una frase bastante común reza que nosotros somos capaces de ver el bosque antes que el árbol, mientras que en los autistas ocurre exactamente lo inverso. Esta visión diferente de la realidad que los rodea, es la que los lleva también a interactuar de diferente manera el mundo, interacción que a nosotros nos resulta extraña y por ende tendemos a rechazarla.


He aquí las preguntas que me quedaron dando vueltas en la cabeza luego de ver esta hermosa película. ¿Por qué razón tenemos la mala costumbre de rechazar automáticamente casi todo lo que no sigue las reglas generales? ¿Por qué somos tan obstinados de pensar que lo general es lo correcto y lo diferente lo equivocado? No tiene lógica. ¿Por qué razón tenemos la mente tan cerrada como para no ser capaces de al menos tratar de imaginar, que nuestra forma de ver las cosas no tiene por qué ser la única, y mucho menos la correcta? Estas son preguntas generales que van más allá del contexto de la película en cuestión, y que se pueden aplicar a cualquier orden de la vida, pero creo yo que es justamente en este punto donde estriba la real importancia de la misma.


Siguiendo esta línea de razonamiento, bien podría ser que nuestra forma de ver el mundo, casi distraídamente, es la que nos hace tan mediocres y poco evolucionados en la mayoría de los cuestiones humanas. Quizás sea justamente esta visión superficial de las cosas la que no nos permite especializarnos en temas puntuales, y avanzar más aprisa como especie. ¿Qué tal si fueran justamente estas minorías diferentes las que están en lo correcto, y nosotros los que desde siempre hemos estado equivocando el rumbo? Bien podría ser, ¿no?


No sé si encontraré respuesta a estas preguntas en un corto plazo, seguramente no, pero sinceramente creo que el ejercicio mental en sí ya vale la pena. Les dejo estas interrogantes por si quieren ayudarme a pensar, y la invitación a disfrutar de esta película que si bien no es nueva, sí es muy actual.






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