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lunes, 5 de julio de 2010

URUGUAY: SECRETOS DEL CAMPEÓN

Por Hernán Barrios


Bueno amigos, ¿quién lo diría no? Exactamente 35 días después de haber apostado todas las fichas al equipo Uruguayo en el artículo URUGUAY CAMPEÓN DEL MUNDO 2010, escrito un lejano 30 de mayo, y hasta de haber publicado incluso mi propio fixture algunos días después, hoy estamos a tan solo dos partidos de que ese pronóstico, casi utópico, se vuelva una realidad. Y cuando hablo de ese pronóstico casi utópico, obviamente no lo digo desde mi punto de vista, ya que mi convicción siempre fue de que sí se podía llegar a estas instancias, sino desde el punto de vista de la mayoría de las personas, –uruguayas y extranjeras- que poco crédito le daban a esta selección charrúa. En este momento, a 20 horas del partido contra Holanda, la mayoría de las cadenas internacionales de deportes están hablando las 24 horas de la selección Uruguaya, y lo mismo está ocurriendo con los portales de noticias y los diarios internacionales. Ahora todos hablan de Uruguay. Antes, casi nadie.


Y me pregunto lo siguiente: ¿cuáles son las razones que han llevado a la selección Uruguaya a estas instancias definitorias de la copa del mundo? ¿Cuáles son los motivos que han hecho que esta humilde y callada selección, que se subió al tren del mundial a último momento y llegó a Sudáfrica sin ruidos ni aspavientos, haya ahora entrado en los anales de la historia del fútbol nacional, y por qué no internacional?



HUMILDAD


Considero que humildad es uno de los ingredientes principales que han hecho de esta receta, una de las más ricas del mundial. Pero a no confundir humildad con apocamiento. La humildad a la que hago referencia, que es la que se respira en toda la delegación Uruguaya y se escucha en sus declaraciones, es la humildad de los grandes. Esa que se refleja en cada una de sus acciones. Humildad es no hablar más de la cuenta, y mucho menos tratando de desacreditar verbalmente al contrario. Humildad es no creerse más que los demás, pero tampoco menos. Humildad es hacer culto al trabajo diario y no fiarse de las virtudes de sus integrantes (que por cierto las tienen). Humildad es respetar siempre al equipo rival y preparar los partidos en consecuencia. Humildad es ver a un Diego Forlan, exitoso profesional, trabajando horas cual si fuera un novato en la materia, en la retención de pelota contra una pared, a fin de acostumbrarse a las nuevas características de la jabulani. Eso, entre muchas otras cosas, es la humildad.



CONFIANZA


Aunque pueda parecerlo, esta característica lejos está de ser contrapuesta a la anterior. Creo yo que esta selección Uruguaya tiene en sus entrañas la misma cantidad de humildad que de confianza en sí misma. La diferencia es que la confianza se divulga menos, y se aprovecha más. La confianza es un sentimiento grupal que nace y crece gracias a un proceso, y que no necesariamente tiene que salir por la boca, ni hacerse pública. La confianza es una reserva anímica que se guarda en lo más íntimo de cada jugador, y que solo se deja ver en la cancha, cuando se juntan las once piezas del equipo. Confianza es saber en sus fibras más íntimas que a priori todo partido es ganable. Confianza es tener la sabiduría para entender y asimilar que adentro de la cancha y del otro lado, no habrá jamás Dioses, sino once hombres iguales y mortales, con sus defectos y virtudes, y que a partir de esta realidad imbatible y absoluta, cualquier resultado es posible. Incluso un resultado adverso, pero eso se sabrá una vez que el juez haya dado el pitazo final del partido, jamás antes.



ENTREGA


La entrega no depende del estado físico del jugador. La entrega es el dar un poco más de lo que el cuerpo puede. La entrega depende más del estado físico del corazón que de las piernas. A la vista está que Uruguay ha superado en estas últimas instancias a dos selecciones, como son Corea y Ghana, que físicamente estaban mejor preparadas, llegando incluso con ésta último a disputar un alargue de 30 minutos, más los penales. Y los cuerpos de nuestros muchachos aguantaron, y hasta me atrevería a decir que podrían haber seguido si hubiera sido necesario. ¿Y por qué pasa esto? Porque estos muchachos tiene metido en el corazón la droga de la entrega. Ellos están absolutamente convencidos de que pueden perder cualquier partido de la copa del mundo, pero también pueden ganarlo. Y jamás lo harán reservando energías. Jamás permitirán volverse a casa con una derrota, y al mismo tiempo con un gramo de energía en las piernas. Podrán ser derrotados, claro, porque el fútbol es así, unos ganan y otros pierden, y las circunstancias que llevan a esto son variadas, pero jamás serán derrotados sin antes haberse desmayado por revertir ese resultado. Eso es la entrega, y eso no lo tienen todas las selecciones del mundial. Mucho menos las europeas.



ENERGÍA POSITIVA


No es un discurso para las cámaras que parte del técnico y se repite en los jugadores; no es una frase hecha que se repite porque queda linda; es una realidad. Estos muchachos están felices de estar disputando un mundial, y lo disfrutan al máximo. Y este sentimiento de felicidad trae aparejado, entre otras cosas, una energía positiva que creo yo, es una de las armas más fuertes que tiene el equipo. Esta energía positiva que está incrustada bien adentro de cada jugador y del cuerpo técnico, y que se ve claramente cuando observamos imágenes de la concentración de Uruguay, con sus asados y sus partidos de ping pong, es la que ha hecho entre otras cosas, que las pelotas de los rivales peguen en los palos. Algunos le llaman suerte, pero yo a mis 36 años, le llamo energía positiva y estoy seguro de no estar equivocado.



TALENTO


No es casualidad que la inmensa mayoría de los jugadores que integran esta selección estén jugando en las ligas más importantes del mundo. Es porque son buenos y muy buenos en lo que hacen. Son talentosos. Y son humildes, repito. Talento y humildad es la receta perfecta para el éxito. No hay otra mejor.



INTELIGENCIA


Esta es una virtud que en este caso la quiero hacer notar –aunque no por esto es exclusiva de él- en el técnico del equipo. El maestro Oscar Washington Tabárez ha demostrado, con una planificación certera y precisa que ha hecho de cada uno de los partidos que Uruguay ha disputado en la copa, que el nivel profesional que ha alcanzado a esta altura de su vida, es excepcional. En este proceso seguramente el maestro pone en marcha, además de su intelecto, su experiencia y por que no, su intuición. Pero sin duda alguna que ha sido más que importante para conseguir los resultados que se consiguieron, la acertada planificación de los partidos que el maestro ha hecho durante esta copa del mundo.



TRABAJO


Dejé esta última condición para lo último, porque considero que es la que amalgama a todas las otras y hace que el cóctel funcione.


En cualquier orden de la vida, el trabajo y la perseverancia son fundamentales. El trabajo es el cimiento y las vigas que hacen que el edificio del talento no se derrumbe ante el primer viento en contra. El trabajo constante que ha llevado adelante el maestro Tabárez y sus ayudantes durante estos cuatro años, pero especialmente en este último mes en Sudáfrica, ha sido el que ha permitido alistar todas las características positivas de cada uno de los jugadores, detrás de una misma causa. Sin este trabajo serio, responsable y profesional, seguramente hoy no estaríamos hablando de los éxitos de Uruguay.




Mañana contra Holanda la selección Uruguaya podrá perder o ganar. Eso va a depender de cientos de circunstancias, muchas de ellas no previsibles. Pero pase lo que pase, estoy seguro de que para la mayoría de los uruguayos, la misión de nuestra delegación va a estar cumplida. Y va a estar cumplida no por haber alcanzado un tercer o cuarto puesto en un mundial de fútbol, cosa que no se consigue desde hace cuarenta años; va a estar cumplida porque la selección nos ha demostrado que en ese safari casi en solitario que se mandó a Sudáfrica, y por el que nadie o casi nadie apostaba un centavo, ha dado todo lo que tenía. Han cumplido, porque en esa expedición al otro lado del mundo que iniciaron casi en secreto, nuestros muchachos han puesto todos sus recursos, físicos, intelectuales y emocionales, dentro del campo de juego. Y han cumplido porque después de tantos y tantos años de silencio, el nombre de Uruguay ha vuelto a brillar con fuerza en las más importantes marquesinas del fútbol mundial.


MUCHAS GRACIAS MUCHACHOS. USTEDES YA SON, HOY CINCO DE JULIO DE 2010, CAMPEONES DEL MUNDO.


1 comentario:

Diga sin miedo lo que piensa, acá no hay censura de ninguna clase. Le sugiero igual que impere el respeto, en caso contrario difícil que pase.