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domingo, 27 de septiembre de 2009

CINCO DE ORO, KINI, ETC.

Por Hernán Barrios

Sé que cada vez me parezco más a La peleadora, pero la verdad que hay algunas cosas que me asombran, desbordan mi umbral de tolerancia, y me ponen de mal humor.


A ver cómo lo explico.


Hace un par de noches estaba mirando un programa en un canal de televisión abierta, y de pronto lo interrumpieron para transmitir, en vivo, el sorteo del Kini. Aclaro para los que no lo sepan, quizás por ser leyentes de fuera de fronteras, que el Kini es un juego de apuestas, al igual que El 5 de otro y otros, perteneciente a la Dirección Nacional de Loterías y Quinielas. O sea, al Estado.


Les juro que no tengo nada en contra de los juegos de azar. Es más, algunas veces, cuando el pozo ha estado lo suficientemente gordo como para hacerme olvidar las ínfimas posibilidades que la ley de las probabilidades establece de que “yo”, pueda hacerme del pozo mayor, y mi codicia se ha despertado como un vampiro sediento, he participado en algún sorteo. Pero más allá del juego en sí, lo que ya no tolero más, es la mediocridad y la absoluta falta de estética televisiva, con que se ponen al aire dichos sorteos.


Yo supongo que esto se debe a que los fondos que la Dirección Nacional de Loterías y Quinielas dedica a este fin, son ínfimos, porque de otra manera no puedo explicar semejante grosería.


Primero que nada, la escenografía es sencillamente espantosa. Una pared lisa y triste, con un cartel poco menos que hecho con cartulina, como telón de fondo.


Segundo, la iluminación. Sé que estamos en épocas de austeridad en lo que a energía eléctrica se refiere, y que además Uruguay trata por todos los medios de ayudar a revertir el cambio climático generado por el calentamiento global y todo eso, pero eso de poner una lamparita de 25 watts en programa de televisión, es muy fuerte. ¡No sean malos muchachos! Hagan una vaquita ahí entre todos los compañeros, y se compran una lámpara de bajo consumo de esas que ahora están de moda, y solucionamos el problema. Qué les podrá salir una media potente… 100 pesos (5 dólares) como mucho. Antes yo le daba y le daba al botón del brillo pensando que era un problema de mi televisión, hasta que me dí cuenta de que la pobre no tenía nada que ver.


Tercero, el escribano. Ahhh… esto sí que es muy fuerte. Que me perdone la Asociación de Escribanos del Uruguay, y ojala no se les ocurra tomar medidas en mi contra, pero la verdad que los escribanos que eligen para efectuar la parte de control de los sorteos del Kini, son de terror. Y cuando digo de terror me refiero a varias cosas. Primero que nada, ninguno baja de los 80 años (capaz que contratan escribanos jubilados porque son más baratos), y por lo tanto se podría decir que no son los más estéticamente cómodos al ojo del espectador. Segundo, y quizás por la misma razón, a ninguno se les entiende nada lo que hablan. Ta, no pretendo que sean locutores profesionales, pero al menos que hablen claro, ché.


Y cuarto y último –para ser bueno y no hacer muy larga la lista- el plato fuerte lo dan los NIÑOS CANTORES.


Uf… la verdad que no sé ni como empezar.


Te pido por favor señor director responsable de la Banca, si vas a poner niños cantores, yo no te digo que pongas cantores de verdad, pero al menos tratá de que sean niños hermano. Ponen en el lugar de los niños cantores a unos boludos que no bajan de 30 años en cada pata (talvez para estar en la misma línea del escribano). O también puede ser porque hace 30 años cuando arrancaron, eran niños, pero ahora se te crecieron loco, y vos ni cuenta te diste. ¡No me digas que les hiciste firmar un contrato de por vida porque me muero!


Pero además de su abultada edad, los pobres angelitos tienen algunos otros problemitas. Por ejemplo, la ropa que les ponen. Yo no entiendo nada de ropa, ni de moda en general, pero ver a estos muchachos cantando los números que van saliendo del bolillero con voz de maricones, y encima vestidos como mormones de la década del 80, me destroza los nervios. ¿Quién les elije el vestuario por favor? No me digan nada, seguro que también es el escribano.


Y el último problemita que les veo a estos chiquilines, es su actitud de perros apaleados. Yo no sé si Tabeira (el señor a veces conduce el espacio) los apalea antes de salir al aire, o les hace alguna clase de trabajo psicológico para hacer añicos su autoestima, pero la verdad es que aparecen en escena convertidos realmente en uno trapos de piso. Apocados, achicados, con las manos juntas al frente y apenas pudiendo sostener el micrófono, mirando todo el tiempo al piso, y encima mal vestidos, dan una imagen realmente patética que a mí, lejos de producirme lástima, más bien me provocan bronca. ¿No sería mejor conseguir algunos estudiantes de comunicación para desarrollar esta compleja tarea? O sino al menos, que hagan un casting y pongan gente algo más comunicativa, o por lo menos más alegre. Porque para serles franco, me dejan además de la bronca, una sensación de tristeza en las tripas, que me dan ganas de cortarme las venas con la boleta misma del Kini.


Bueno, creo que ya me siento algo mejor al haberme sacado este entuerto que tenía trancado en el gañote. Pero como siempre están los que no tienen reparo en ponerme el mote de exagerado, y no dan a mis palabras el crédito que se merecen, dejo a continuación un video probatorio.






Les juro que hay peores, pero son tan horribles que ni siquiera en Internet están.


5 comentarios:

  1. si se sortean 42 millones de pesos y jugaste, lo menos q te importa al ver el sorteo es la edad del escribano (lo importante son los numeros q salen)

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  2. la verdad te pasastes tenes razon ta muy bueno tu comentario.

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  4. sos un copión de DARWIN DESBOCATTI... comprate un vida...GIL!

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  5. estoy totalmente de acuerdo con el sr, que escrivio en el principio, los "niños"cantores pobresitos, paresen sacados del inau. es lamentable.

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