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domingo, 20 de septiembre de 2009

MI HERMANA ABOGADA

Por Hernán Barrios

MUCHAS VECES LA VIDA NOS DA UN MIMO, Y NOS REGALA COSAS LINDAS COMO ÉSTA.




El teléfono sonó y corrí a atenderlo. “¡Hermano... me lo tomaron oral... y me recibí de abogada!”- fueron las textuales palabras que mi única hermana me tiró, emocionada, desde el otro lado de la línea. El nudo en mi garganta le ganó por lejos la partida a las palabras, y mi “felicitaciones” fue una confusa mezcla de grito, risa y llanto reprimido. Después, la alegría.


Es que esta alegría se venía postergando desde hacía ya bastante tiempo. Es que todo esto comenzó unos cuántos años antes, cuando los sueños eran más frescos y realizables, y los imposibles no existían. Todo esto comenzó cuando una gris mañana de abril la descubrí en Tres Cruces, algo asustada, con una mochila pequeña con ropa, y otra enorme llena de sueños e ilusiones. Mi hermana pequeña comenzaba ese día, a forjar su futuro laboral.


Luego una corta caminata hasta el Hogar estudiantil a dejar parte del equipaje, y otra no tan corta, hasta la facultad. De ahí en más, voló sola. Algunas veces alto y otras a ras del suelo. Algunas veces con viento a favor y otras con viento en contra. Cuando no pudo volar corrió, y cuando las fuerzas casi la abandonaban, se arrastró. Pero jamás se detuvo, y más importante aún, no apartó nunca su mirada de la línea de meta. Y ayer, a las 10 de la noche, la alcanzó.


En el camino, una vida. Dulces y amargas. Batallas ganadas y perdidas. Repechos, llanos y pendientes. Risas y llantos a montones. Anécdotas, miles. Una guía de bolsillo de Montevideo que fue perdiendo las hojas con el tiempo, y un gas paralizante que gracias a Dios nunca tuvo que usar. En el camino, residencias varias. Oficios varios. Personas muchas. Un noviazgo que se hizo serio, una boda que lo confirmó, y ahora una hija por venir, como broche de oro. Y un pedazo de vida pasó.


Fueron algo más de diez años vividos intensamente. Hoy miro hacia atrás y me parece volver a verla bajar del ómnibus con su mochila llena de sueños. Ayer a las diez de la noche se fue por donde había venido, pero con la mochila llena de sueños... cumplidos. Y a mi, que tan solo fui un espectador de lujo en esta película de la vida real, me explota el alma de alegría y emoción.


Felicitaciones hermana por este triunfo de vida. Sé que hablo en nombre de toda la familia cuando digo, que estamos orgullosos de vos.



TE QUIERO MUCHO.


4 comentarios:

  1. ¡Qué dulzura!
    Estas son las cosas por las cuales el arrastrarse antes de detenerse, valen la pena...
    ¡Felicitaciones para tu hermana!

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  2. Muchas gracias MIS OTRAS Y YO, en nombre de mi hermana. Tiene muy merecidas estas cosas que le están pasando.

    Gracias por estar.

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  3. Hermano de la vida: Con tu relato me parece estar ahí, viviendo en 2 minutos estos jugosos 10 años de sueños y anhelos. Un abrazo. Arturo

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Diga sin miedo lo que piensa, acá no hay censura de ninguna clase. Le sugiero igual que impere el respeto, en caso contrario difícil que pase.