Páginas

jueves, 27 de agosto de 2009

CLEPTÓMANO

Por Hernán Barrios

Todo comienza con una frase como ésta:


¿Tendrás una lapicera para prestarme que la dejé en el auto?


A partir de ahí la historia se repite casi sin excepciones. En realidad, la lapicera no la quieren para escribir sino para tachar de la lista lo que van comprando, o sea que mejor sería una goma. Pero bueno, el asunto es tener una lapicera.


El problema es que a medida que se desarrolla la compra, se ve que el aparato escritoril se va amalgamando de tal manera con su portador, que terminan siendo una sola persona. Y al final, sucede indefectiblemente lo que a continuación relato.


El cliente se levanta de la silla, se da media vuelta y se va.

VENDEDOR_ ¡Señor...! ¿Me permite la lapicera por favor?


De 10 lapiceras que me intentan robar, rescato 6. Las 4 restantes se escapan en un descuido. ¿Que le vamos a hacer?


2 comentarios:

  1. ¿Qué ocurre cuando las voces interiores son muchas, y encima mujeres?
    www.missotrasyyo.blogspot.com

    ResponderBorrar
  2. ¿Y qué va a pasar? Hablan todas al mismo tiempo, y ninguna escucha lo que dice la otra. Típico.

    ResponderBorrar

Diga sin miedo lo que piensa, acá no hay censura de ninguna clase. Le sugiero igual que impere el respeto, en caso contrario difícil que pase.