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viernes, 28 de agosto de 2009

SEIS MENOS CINCO

Por Hernán Barrios

Como comenté en la presentación de esta serie de artículos etiquetados bajo el nombre “clorosis, cortitos y al pié”, he pasado muchos años de mi vida relacionándome comercialmente con la gente. Y si una cosa trato de no hacer bajo ninguna circunstancia, es entrar a un local comercial cinco minutos antes de que cierre.


Los que han estado del lado de adentro del mostrador sabrán bien de lo que estoy hablando. El resto de los mortales no tienen por qué saberlo, pero en el comercio –sea del ramo que sea- ocurre un fenómeno sociológico que creo que hasta ahora, dicha ciencia no ha podido explicar. Aproximadamente 15 minutos antes de que cualquier comercio cierre, siempre hay un grupo de entre 5 y 10 personas, que entran todas juntas.


Muchas dirán que estoy exagerando, pero yo les juro que es así. Desde dentro del comercio, da la sensación de que dichas personas pactan reunirse a una hora determinada en la esquina, y que llegado el momento, entran en malón. Yo he llegado incluso a preguntarles a ellos mismos (a los clientes), si realmente estaban juntos en algún lado, y todos me han contestado indefectiblemente que no. Pero yo igual tengo mis dudas.


Y luego están los que toman como costumbre llegar unos pocos minutos antes del cierre, aprovechando que a esa hora suele casi no haber gente. Y esos sí que me ponen de muy mal humor. Porque eso es no tener la más mínima conciencia de que el que te atiende, es una persona como vos, que seguramente tiene familia, y que está deseando llegar a su casa lo antes posible.


A cualquiera le puede pasar que una vez se le haga tarde, y que lo que necesita es realmente urgente y no puede esperar a mañana. Pero a los que se les hace costumbre ir a esa hora, cuando la mayor parte de los comercios están abiertos desde las 8 de la mañana hasta las 6 de la tarde, me parecen realmente malas personas.



Y por supuesto, las trato como corresponde: como malas personas.


5 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo. Les importa tres carajos, estuvieron boludeando todo el día y te vienen a romper las pelotas a último monento. La única ventaja es que es el único momento en que podés mandarlos a cagar literalmente, decirles "no". Es algo que disfruto y me muero de risa (tenés un ejemplo en mi blog jaja, "que vengo desde el extranjero coño"). Saludos.

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  2. Es increíble. Yo lo tomé como norma hace mucho tiempo, y no voy a ningún comercio si no falta al menos 1/2 hora para que cierre. Aveces me enojo con mi novia cuando se acuerda que tiene que ir al super, 21:45 cuando cierra a las 22.

    Gracias por estar.

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  3. ¡No hay nada que agradecer! ¡Me gusta tu blog!

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  4. Muy bueno el blog, me enganché con los comentarios de Los Olimareños. En cuanto a lo de los comercios es totalmente correcto lo que dice Hernan,será que cuando en el cartel del comercio dice "Abierto de 8 a 18 hrs", mucha gente piensa que está abierto a las 8 y a las 18.

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  5. A mucha gente le hace falta un buen baño de sentido común.

    Gracias DANIEL por pasar.

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Diga sin miedo lo que piensa, acá no hay censura de ninguna clase. Le sugiero igual que impere el respeto, en caso contrario difícil que pase.